“¡Mamá, acabo de ganar un Oscar!”: así fue el emotivo discurso de Ke Huy Quan, ganador del Oscar 2023 a mejor actor de reparto.
Uno de los peores lugares para estar como ser humano es en la zona de confort, ya que estar ahí te priva de muchas de las fabulosas oportunidades que disfrutarías si decides arriesgarte y probar cosas nuevas. Los riesgos son parte de nuestras vidas y deben ser tomados tanto en el ámbito personal como laboral para superar una situación desafiante.
Uno
de los peores lugares para estar como ser humano es en la zona de
confort, ya que estar ahí te priva de muchas de las fabulosas
oportunidades que disfrutarías si decides arriesgarte y probar cosas
nuevas. Los riesgos son parte de nuestras vidas y deben ser tomados
tanto en el ámbito personal como laboral para superar una situación
desafiante.
1.
Establece reglas. Tomar riesgos implica establecer reglas claras
respecto hasta dónde estás dispuesto a llegar. Piensa en lo que estás
dispuesto a tolerar y lo que no, antes de tomar alguna determinación.
Establecer reglas claras te dará la posibilidad de renunciar a lo que
sea que estás haciendo en caso que veas que las cosas no están
funcionando como lo previste.
2. Ensaya mentalmente. Muchos
expertos afirman que imaginar la situación de riesgo antes de vivirla
disminuye la sensación de miedo. Si vas a hacer una presentación en
público, es bueno que la noche antes imagines el auditorio repleto y te
veas a ti mismo dando un discurso exitoso. De esta forma, cuando tengas
que hacerlo en la realidad, sentirás que ya viviste esa situación y no
tendrás nada que temer.
3. Jamás arriesgues todo. Ser una persona
valiente no significa lanzarse a cualquier proyecto sin tomar ninguna
previsión. Es muy importante que seas consciente de que no puedes
arriesgarlo todo en un solo proyecto, especialmente si éste implica
riesgos a nivel económico.
4. Piensa por ti mismo. Tomar riesgos
es una decisión personal pero mucha gente buscará aconsejarte e incluso
alarmarte. Agradece los consejos pero utiliza tu sentido común para
llegar a tus propias conclusiones.
5. Toma un riesgo por vez. No
intentes abarcar más de lo que puedes. Tomar riesgos implica mucha
concentración y desgaste de energía por lo que no querrás echar todo a
perder por no hacerlo correctamente. Como ya se dijo, establece reglas,
asegúrate de no estar arriesgando todo, respira profundo, utiliza tu
mente y lánzate a la aventura de ser una persona más valiente. Verás que
no te arrepentirás.
1. Aumenta la autoconfianza:
Saber
que probaste algo nuevo y funcionó fortalece tremendamente tu confianza
en ti mismo. Te da el impulso para seguir probando cosas nuevas.
Incluso aunque falles en algunas cosas, habrá personas que logren
motivarte aún más.
2. Te ayuda a liberarte de la vida promedio:
La
vida promedio se trata de mantenerse a salvo. Aquí las personas no
están dispuestas a probar nada nuevo. Tomar un riesgo te distingue de
los demás. Al cambiar tu mentalidad y asumir que los riesgos no son un
desafío insuperable obtendrás más beneficios. Podrás destacar entre tus
compañeros y lograr mucho más que otros.
3. Asumir riesgos aumenta tu creatividad:
Probar
cosas que nunca antes has hecho ayuda a tu cerebro a pensar de forma
directa. Pensar en cómo resolver problemas a los que no estás
acostumbrado, ayuda a tu mente a aprender a cómo encontrar nuevas ideas
sobre cómo manejar tales situaciones. Tu cerebro comienza a pensar de
una manera diferente y siempre estará lista para un nuevo desafío.
Cuantos más desafíos y experiencias únicas experimentes, más poderoso
será tu cerebro para resolver problemas.
4. Aprendes lecciones útiles:
La
experiencia es la mejor maestra, tal vez te hayas topado con este
dicho. Las lecciones aprendidas a través de lo que pasas tendrán más
impacto en tu vida que lo que aprendes de otras personas. Tomar riesgos
tiene un resultado impredecible. Lo bueno es que tanto en el fracaso
como en el éxito hay valiosas lecciones que aprender.
Las lecciones que aprendas de cada experiencia siempre te prepararán para el siguiente desafío.
Estamos avanzando, el cuerpo y la mente notan que estamos transitando un cambio y en cierta forma le preocupa porque hasta ahora nuestra vida no tenía más que costumbres instaladas, una rutina diaria a la que se había adaptado.
Pero le estamos modificando las acciones! Y no suele gustarle eso, así que intenta infundirte miedo para que desistas y regreses a lo habitual, a tu “Zona de Confort”.
También puede que aparezca sin tomar acción pero ya teniendo idea de generar un cambio en tu vida!
Y entonces, quiere tirarte abajo, boicotearte!
Lo vas a permitir?
Cómo actuar entonces?! Le damos el gusto? Vamos a dejar que nuestro cuerpo y sentidos nos boicoteen? Podemos permitirlo?!
Jamás! Generalmente uno se esfuerza, busca conseguir su sueño, hacer lo que le gusta, salir adelante, entonces, vamos a abandonar porque un día aparezca ese enemigo que es nuestro propio “yo”?
Y qué te parece que puedo responder? Claro que NO!
Cuando me pasa, pienso que todo está en mi cabeza y a veces la solución es dejar de oírla, pero cómo? si me surgen pensamientos que no deseo tener? Pensamientos que sólo me hacen mal..
Ten presente que no podemos hacer todo perfecto, siempre habrá cosas para mejorar pero eso no debe bajar tu autoestima, sólo pon todas tus energías en mejorar cada día.
Debes estar atento! Es probable que no te des cuenta y te estés autoboicoteando!
Fíjate si te pasan algunas de estas situaciones:
Para poder cambiar tu actitud y llegar a meta, deberás aprender a quererte, conocerte.
