El poder de las palabras
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La forma en la
que hablamos (la cantidad de palabras positivas o negativas que emitimos,
nuestras quejas, nuestras alabanzas, nuestras muestras de gratitud, nuestros
reproches…) afecta la percepción que los demás tienen sobre nosotros y tiene el
potencial de incidir en nuestro comportamiento y nuestro estado de ánimo.
Con las palabras
podemos crear o destruir. Son más que sonidos, las palabras moldean la mente
para después convertirse en pensamientos o acciones, son tan poderosas que a
través de ellas podemos crear o destruir, por eso su correcto manejo es de suma
importancia.
Consecuencias de las palabras negativas
La elección de las palabras que empleas a diario tiene un mayor impacto en tu vida de lo que podrías pensar. Frases como “no puedo”, “es muy difícil” o “no soy capaz” pueden llegar a ser muy dañinas cuando las usas con frecuencia e incluso pueden tener un impacto negativo en el funcionamiento de tu cerebro.
En la familia
Como padres, hijos, y hermanos podemos afectar profundamente la dirección que toman con el mal uso de las palabras que les hablamos, con nuestras palabras tenemos la capacidad de moldear el futuro de cualquier persona sobre quien tengamos influencia. En el caso de los padres si quieres que tus hijos sean productivos, y que tengan éxito, necesitas decirles palabras de bien sobre ellos, en lugar de predicciones de mal y desesperación.
En lo laboral
Cuando nuestro hablar negativo no conoce la positividad y la sinceridad sólo vive creando su propio “infierno personal”.
En la salud
Cuando una persona está a la defensiva y te
ataca verbalmente, concéntrate en mantener la calma y así evitarás
comportamientos reactivos en ambas partes.
Las palabras en positivo tienen el poder de aportar a nuestra vida salud y bienestar, pero no solo salud y bienestar, además nos aportan nuestra personalidad, nos dan la energía que viene de las palabras. Las palabras hacen la historia y aportan nuestra vida.
“Las palabras no se las lleva el viento”, cada palabra destruye o edifica. Si tenemos presente el poder de nuestras palabras reconoceremos en el actuar la importancia de transmitir adecuadamente una idea de manera verbal o escrita, seremos más prudentes para buscar transmitir ideas o nuestro sentir de una manera correcta en cada momento, aquel que conoce el poder de las palabras presta mucha atención a su conversación y a su redacción porque sabe que en sus manos está el crear o destruir.