Convierte el dialogo en tu mejor aliado
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El secreto de un
buen diálogo está tanto en lo que decimos como en la manera en que lo decimos,
hoy en día, la idea del diálogo se utiliza mucho en el contexto de la sociedad,
en lo que respecta a la tolerancia y respeto por las diferencias de los otros
miembros de la misma.
El diálogo
supone siempre el ejercicio de escuchar al otro y conocer su forma de opinión,
su pensamiento, sus ideas. Muchos de nosotros hemos perdido oportunidades de
todo tipo por no expresarnos adecuadamente, pero nunca es tarde para aprender a
transmitir las cosas de manera correcta.
Para ello, lo
primero es respetar unas normas básicas como no hablar de nada importante
cuando estamos enfadados o irritados, o si es tarde y se nos caen los párpados
de cansancio. Tampoco, cuando vamos justos de tiempo.
Lo que no debes hacer
Hay una serie de
errores comunes que cometemos al hablar con los demás, y que se resumen en los
siguientes:
- Elevar la voz
o gritar. Sólo por esto, ya somos malos conversadores. Da igual si lo que
decimos es correcto o tiene un fondo bueno: si lo hacemos con un tono
desafortunado, la gente no oirá lo que le decimos, sino cómo se lo decimos.
- Hablar en el momento equivocado. Esa es otra mala costumbre que está detrás de muchos fracasos de comunicación. Y es que tan importante es lo que decimos y cómo lo hacemos, como el momento que escogemos para llevarlo a cabo.
Aprender a escuchar debe convertirse para nosotros… en una prioridad porque es lo que nos convertirá en una persona empática.
Beneficios
de un buen dialogo
Frente a estas
situaciones que los humanos necesitamos resolver, encontramos que dialogar nos
facilita:
- Crear un
ambiente adecuado para comunicarnos satisfactoriamente
- Ampliar
nuestro sentido común
- Dar lugar a la
revisión de las propias ideas
El diálogo como motor para mejorar el clima laboral
Dentro del entorno laboral, el poder del diálogo está subestimado. Los procesos se vuelven sistemáticos y automatizados para ganar eficiencia. Ser más rápidos resolviendo tareas hace que el diálogo pase a un segundo plano y se pierdan de vista las cosas importantes.
Saber dialogar
nos ayuda a crear un ambiente que fomenta la confianza y promueve la
comunicación satisfactoria a través de una actitud de respeto y valorización de
las diferentes posiciones. Nos permite encontrar niveles de comprensión
superiores para la integración de posiciones divergentes y estimula el
surgimiento de sentimientos compartidos y de participación, de bienestar
individual y colectivo.
Recordemos que nuestro
punto de vista, efectivamente es la vista de un punto.