CUÍDATE DE ELLA: La queja como un estilo de vida y 5 formas en las que te perjudica
/
0
Comments
En algún momento de tu vida es probable que conozcas esas personas a las que nada les contenta y que encuentran siempre motivos por los cuales quejarse, ese tipo de personas que siempre todo les molesta, esas que se quejan cuando llueve y cuando sale el sol, cuando hace frío y también cuando hace calor, cuando están solas y cuando están acompañadas.
Quejarse es sinónimo de miopía severa con los problemas del prójimo, ingratitud para con Dios y ganas de perder el tiempo inútilmente.
Pero como estas cosas normalmente no se las podemos decir a esas personas que tienen la manía de quejarse por todo, no nos queda más remedio que evitar o en lo posible salir corriendo apenas las distinguimos o en un acto de mayor diplomacia aguantar el rosario de quejas asintiendo levemente con la cabeza y esperando que termine pronto, esforzándonos internamente para que lo tóxico del momento no nos afecte.
Quejarse es sinónimo de miopía severa con los problemas del prójimo, ingratitud para con Dios y ganas de perder el tiempo inútilmente.
Pero como estas cosas normalmente no se las podemos decir a esas personas que tienen la manía de quejarse por todo, no nos queda más remedio que evitar o en lo posible salir corriendo apenas las distinguimos o en un acto de mayor diplomacia aguantar el rosario de quejas asintiendo levemente con la cabeza y esperando que termine pronto, esforzándonos internamente para que lo tóxico del momento no nos afecte.
De hecho, existen mil y un motivos por los que quejarse no conduce a nada, es un hábito tan inútil como creer en el horóscopo. Entonces, ¿por qué se tiene la manía de quejarse por todo?
La primera razón es evidente: el sentimiento profundo de insatisfacción. Estas personas no se están quejando, de la soledad o del mal trato que les dio la empleada de turno, se están quejando de su vida, del gran vacío que sienten y de la falta de sentido que le encuentran a sus dias. Una persona que se queja es una persona insatisfecha, alguien que no ha encontrado esas razones que le dan sabor a la vida.
La segunda razón es el hábito. De hecho, la queja constante es un comportamiento adquirido. Estas personas asumen los lamentos como parte de su comunicación y no conciben una conversación sin ella. En algunos casos la manía de quejarse es tan extrema que si no lo hacen, simplemente no sabrían como romper el hielo o de qué hablar.
La tercera razón es un profundo egocentrismo sustentado en la falta de empatía. Estas personas consideran que merecen más que las otras y, cuando no lo obtienen, se quejan. No son capaces de ponerse en el lugar de los demás porque la fijación en si mismo se los impide.
¿Por qué vivir quejándonos nos perjudica?
1. Las quejas inmovilizan a la persona
Las personas pueden quejarse cuánto quieran pero lo cierto es que llorar sobre la leche derramada no servirá de mucho. Quejarse significa asumir el papel de víctima, despojarse del control, implica quedarse inmóvil al borde del camino, si tomar acciones que sumen una solución, lamentándose por lo ocurrido mientras personas a su alrededor, que quizás han vivido lo mismo, se recomponen y continúan adelante.
2. Las quejas quitan tu fuerza y reducen tu energía.
Lamentarse por los errores del pasado, por las oportunidades que no se aprovecharon o por los problemas del presente solo te consume energías inútilmente. La queja implica fijarse en los aspectos negativos, y dicha fijación reduce nuestra fuerza para superar situaciones adversas. Cuando lo que necesitamos para avanzar es precisamente lo contrario: centrarnos en los aspectos positivos, potenciando lo bueno que tenemos y la buena energía que a partir de ahí nos puede impulsar.
3. Las quejas generan un estado de ánimo muy negativo.
Todos los sucesos tienen circunstancias positivas y negativas, centrarse en las dificultades, los daños, la incomodidad solo generará frustración, tristeza e ira. La persona que se queja continuamente lleva unas gafas del color mas oscuro y con ellas percibe el mundo, olvidando que existen mucho mas colores. De hecho, las personas que se quejan por todo casi siempre están enfadadas y sienten una profunda inquietud porque están con el temor permanente de que el mundo las sorprenda con otra “desgracia”.
4. Las quejas impiden buscar soluciones.
Como estas personas no son capaces de apreciar el aspecto positivo de los hechos y la manera de sacarle provecho a lo bueno, se quedan sumergidos en la pena. Por lo tanto se vuelven incapaces de sacarle provecho a las situaciones y aunque la solucion tocase a su puerta, no podrían verla y aprovechar la oportunidad que les brinda. Por tanto, al final, la queja continua se convierte en una profecía negativa de malas situaciones que se autocumple por la falta de determinación de cambiar los resultados
5. Las quejas afectan las relaciones interpersonales.
Todos tenemos nuestros propios problemas pero normalmente no andamos por el mundo pregonándolos para ver cuál está peor, como si se tratase de un concurso de víctimas. Un día, nos da placer consolar a un amigo y escuchar sus penas. Al otro día, también. Pero al tercer día comienza a ser molesto. Por eso, la gente prefiere evitar a las personas que se quejan por todo y se comportan como verdaderos vampiros emocionales. Como resultado, estas personas se quedan solas, debido a ese raro mecanismo que ellas mismas pusieron en marcha. Y si los demás los dejan solo, pues ya tendrán un nuevo motivo para quejarse. Al final esta situación termina afectando las relaciones que tienes y te impide construir nuevos lazos interpersonales de manera saludable.
Es evidente que la queja como un estilo vida no suma nada bueno. ¿Cómo cambiar esto?
Lo primero es poder identificar y reconocer el error en el que se está viviendo, luego renovar nuestra forma de pensar y por último, buscar anticipar nuestra respuesta para la siguiente ocasión en la que pensemos dar rienda suelta a este hábito negativo.
Para lo cual las siguientes preguntas te ayudarán:
¿Qué inseguridad o insatisfacción oculta esa queja?
¿Tengo motivos válidos para quejarme?
¿Cómo puedo cambiar esta situación?
¿Cuándo y cómo puedo hacer para salir triunfante en medio de esto?
¿Cual es el primer paso para lograr superar o mejorar lo que sucede?


