Calidad de servicio: 10 puntos claves en la atención al cliente
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Cada día que pasa pareciera que las empresas luchan a la interna para poder hacer conciencia en sus colaboradores sobre la importancia y el impacto que tiene la forma en la que se atiende a cada uno de los clientes que se acercan. De ahí que pareciera que este tema no tiene fin, buscando constantemente renovarse y encontrar una mejor forma de desarrollarse.
Las personas en contacto con los clientes tienen
una gran responsabilidad; en gran medida depende de ellas marcar la diferencia. Si la idea es retener a los clientes creando en ellos una fidelidad hasta llegar al punto de convertirse en fans de tu marca o producto, para empezar a asentar las bases necesarias, concéntrate en las siguientes claves para conseguir calidad en la atención y relación con tus clientes- Antes que nada, el saludo: es el primer mensaje que recibe tu cliente. "Hola", "¿Cómo le va?", "Buenas tardes", "Bienvenido, mi nombre es..."; todo dependerá de la formalidad de la organización en el trato y de cada cliente en particular. Pero algo es seguro: nunca debe faltar.
- La cordialidad, siempre: el trato no debe ser distante o indiferente; es importante que quien esté en contacto con el cliente sea cortés y agradable. La cordialidad debe mantenerse aun cuando el cliente esté enojado o quien lo atiende haya tenido un mal día.
- A nadie le gusta esperar: La atención debe ser eficiente. Esto no implica hacer todo de forma inmediata, pero sí valorar el tiempo del cliente. El empleado debe dejar lo que está haciendo para interesarse y enfocarse en el cliente; si está atendiendo a otra persona, debe darle a entender que en cuanto pueda estará disponible, y repetírselo si la situación se demora. El tiempo, la agilidad es clave al momento de vender adecuadamente mediante la atención y el servicio nuestra marca o producto
- ¡No me presiones, por favor! Cuando un cliente ingresa a un local, lo ideal es intentar descifrar si está buscando ayuda o si simplemente desea "mirar". Atosigar al cliente no es una buena opción, ya que el efecto es contraproducente. Lo recomendable es acercarse luego de un tiempo prudencial y decirle "¿Puedo ayudarlo en algo?" o "Ante cualquier consulta estoy a su disposición". En caso de locales o empresas que venden servicio, el cuidado a tener es el de no presionar al cliente por querer llegar a nuestra meta u objetivo de cerrar alguna venta.
- Credibilidad: es fundamental conocer ampliamente el producto que se está ofreciendo. Si al asesorar al cliente, éste percibe qué sabes de lo que estás hablando, estará más tranquilo y te escuchará con mayor atención. Debes estar preparado para entregar un asesoramiento de calidad, verdadero, acerca del producto (características, beneficios) o de las políticas (tiempos, formas de pago, beneficios).
- La apariencia sí importa: la calidad también se puede ver afectada por una mala imagen: del producto, de los empleados, o del lugar . Todo lo que ve el cliente debe tener un aspecto formal y profesional. esto incluye la apariencia de los empleados, los puestos de trabajo o la limpieza del local.
- Cada promesa ofrecida se debe cumplir: las promesas que se le hacen a un cliente deben respetarse. Siempre que se asuma un compromiso es imprescindible poder cumplirlo: un trabajo, un plazo de entrega, un precio acordado. Si sabes que no vas a poder cumplir, sé honesto; es preferible la verdad y la sinceridad antes que prometer algo para colocar la venta y luego incumplir, hacerlo con retraso y andar en apuros. Nunca menosprecies o subestimes al cliente. Por no saber cumplir con la palabra dada se pierde toda la confianza lograda hasta el momento.
- Un poco de flexibilidad: teniendo siempre en cuenta el riesgo que se puede presentar y cuidar el no exponerse al mismo, es necesario estar dispuesto a ser flexible y a hacer ciertas concesiones que creas convenientes para generar un buen trato. No tiene sentido excusarse cerradamente en las políticas de la organización para no complacer al cliente.
- La discusión no es una opción: Sencillamente no existe en el planeta de "La buena atención y el servicio" siempre hay que actuar de forma profesional. Ante una opinión o reclamo por parte de un cliente, no es correcto discutir o debatir, menos caer en algún tipo de falta de respeto, sino mantener una postura amable, atenta, y abierta al diálogo. Es fundamental respetar la opinión del cliente, aunque el empleado no la comparta
- Quejas y sugerencias: Es una oportunidad de mejora, cuando un cliente realiza algún tipo de reclamo está dando una nueva y última oportunidad, la de reaccionar y poder corregir frente a un error. Ninguna empresa o empleado es perfecto o está libre de equivocarse. Lo importante es buscar rápidamente la solución al problema.
Asegúrate que toda persona en contacto con los clientes comparta estos puntos básicos, a través de capacitación o protocolos de servicio. Aun en negocios pequeños y personalizados, garantizar un estándar alto de calidad en el trato, es esencial para convertir en fans a tus clientes

