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miércoles, mayo 19, 2021

Aprendiendo a decir no (Ponte límites)

 


Creo que no digo nada descabellado al afirmar que la mayoría de las personas no saben decir que no. Por lo general, nosotros como personas, queremos complacer siempre a los demás, aun anteponiendo las prioridades de ellas a las nuestras mismas.

Queremos ser generosos y ayudar a los demás, pero también tenemos que cuidar lo único que no podemos recuperar: nuestro tiempo.

Y es que muchas veces no nos sabemos marcar unos límites propios, construir una barrera en lugar de acceder a todo lo que nos traigan.

Aunque pueda ser que al principio pueda causarte malestar o ansiedad, poco a poco conseguirás dominar el arte de decir NO. Esto será un principio clave para poder mejorar nuestra productividad y nuestras relaciones interpersonales.


¿Por qué nos cuesta decir que No algunas veces?

Existen algunos factores que podemos considerar como principales y que siempre aparecen cuando deseamos colocar límites ante algunas peticiones. Son varias las ideas que damos por sentadas que debemos sacar de nuestra mente para seguir adelante. Tenemos las siguientes:


El miedo y el sentimiento de culpabilidad

Pensar que tenemos responsabilidad por todo

Darle mayor importancia al qué dirán que a sus propios motivos


¿Cómo podemos decir que No, o poner límites, de buenas maneras?

Aquí encontrarás tres formas fáciles, rápidas y sencillas para que podamos empezar a entrenarnos en decir que NO:


1.-No responder de inmediato. Esto significa tomarse todo el tiempo necesario para reflexionar, así sea solo una pausa o un par de horas. Muchas veces respondemos en automático, incluso sobre situaciones de las que no tenemos seguridad de poder cumplir.

2.-Entrénate en pequeñas cosas. Empezar a practicar el decir que NO en cosas muy pequeñas para, gradualmente, adquirir confianza y seguridad ante situaciones mayores. Un ejemplo frecuente es cuando recibimos una invitación a una fiesta a la que, de antemano, sabíamos que no teníamos ganas ir. 


Beneficios de saber decir no

El saber decir no, tiene una serie de beneficios que debemos considerar como motivadores fundamentales para comenzar a poner en marcha esta estrategia asertiva.

Más tiempo libre para dedicarle a lo que realmente más importa

Tomar decisiones propias.

Forjar un carácter más fuerte

Reduce el estrés.

Evitar la manipulación.


Es hora de que pienses qué quieres hacer con esto: deseas decir que sí, postergando tu verdadero deseo y sosteniendo una imagen ficticia todo el tiempo ante los demás, o eliges empezar de a poco, paso a paso, con pequeños cambios microscópicos, para decir que NO y obtener así un gran beneficio en nuestra vida: mayor libertad personal.

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